Las pulgas son insectos/parásitos de aproximadamente 2 milímetros, de color negro rojizo, cabeza pequeña,

antenas pequeñas y patas largas (que les permiten saltar). Las pulgas se alimentan de sangre, causando

picaduras tanto en la piel de los perros como en la de los humanos. En la mayoría, los piquetes de pulga generan

una reacción alérgica en la piel (lo cual provoca comezón, similar al efecto que causa la picadura de un mosquito).

 

Una vez que una pulga se ha alimentado, deposita hasta 200 huevos en el ambiente, ya sea en la piel de tu amigo

peludo, en la cama, las alfombras, sillones, etc. Estos huevos se desarrollarán y en el plazo de unos dí­as saldrán

de ellos pequeñas pulguitas que seguirán su desarrollo hasta transformarse en pulgas adultas. Así­ se completa

el ciclo de la pulga, mismo que puede durar alrededor de un mes. Cuando estos insectos ya están en nuestro

amigo, representan sólo un 5% del total de la cantidad que existe en el ambiente. Es decir que por cada pulga que

vemos en la piel de nuestro amigo peludo, debemos suponer que hay 19 pulgas más en su entorno (o sea que si

tiene 20 pulgas, en el entorno hay 475 pulgas más, y así sucesivamente).

 

Cuando son tantas las pulgas, pueden llegar a causar daños severos en la piel y transmitir parásitos intestinales

como la “tenia” o la “solitaria” que entran en el sistema digestivo de tu amigo cuando se lame la piel donde están

las heces o suciedad de estos insectos.

 

 

Ahora si, ¿Cómo puedes saber si tu amigo tiene pulgas?

 

 

La primera señal es el hecho de que tu amigo peludo se rasque mucho e intente morderse la piel. Sin embargo es importante descifrar si la comezón está siendo causada por piquetes de pulga. Para eso, deberás cepillar a tu amigo, revisar su piel, pelo y el cepillo. Si tiene pulgas, notarás a simple vista unas pequeñas manchas negras (como puntitos) en la piel o pelo. Si humedeces dichas manchas, se tornarán rojizas, pues son las heces de las pulgas que contienen sangre (misma de la que se alimentan). Si reconoces esos puntos negros de “suciedad de pulga” (como los de la imagen de este artí­culo) entonces es hora de llevarlo con el veterinario para que le den un baño especial que ayude exterminar a estos molestos parásitos.

 

Cuando tu amigo regrese limpio, es necesario limpiar y desinfectar su espacio (cama, juguetes, accesorios, etc.) y la casa en general.

 

Es fácil prevenir un problema de pulgas si desparasitamos a nuestros amigos de manera externa: cada  4 meses en lugares templados y fríos, y una vez al mes en lugares donde hace mucho calor o hay mucha humedad. Cepíllalo diariamente o mí­nimo dos veces por semana, báñalo regularmente.

 

Recuerda que toda la información que te proporcionamos es únicamente una guía, por lo tanto lo mejor es que consultes al medico veterinario que ve regularmente a tu amigo.